Corrupción en Pemex: la intrincada historia entre Oceanografía y el PAN 

La relación de la empresa Oceonografía con la estatal mexicana Pemex es paralela a la de los años del PAN en el gobierno de ese país, pues entre 1999 y 2013 -los años del PAN- la prestadora de servicios petroleros de alta mar celebró más de 160 contratos con la estatal mexicana por valor de más de 30 mil millones de pesos. 

Esta relación se rompió el pasado mes de febrero debido a dos escándalos. El primero tiene que ver con irregularidades en los contratos entre esta empresa y Pemex, principalmente relacionados con la prestación de servicios de apoyo a actividades de perforación en las plataformas petroleras mexicanas. Esta denuncia le valió a Oceanografía una inhabilitación de un año y nueve meses, aunque no se llegó a esclarecer ante la opinión pública cuales fueron las irregularidades detectadas por los órganos de control de la propia estatal petrolera.

Días después del hecho público el primer escándalo y las sanciones correspondientes, la empresa internacional financiera Citigroup denunció un fraude contra su subsidiaria en México, Banamex, también con participación de la empresa Oceanografía y esta vez involucrando directamente a funcionarios de Pemex.

Se trata de una sucesión de créditos a corto plazo por valor de hasta 585 millones de dólares que tenían como todo respaldo supuestos futuros contratos de venta de servicios a PEMEX, lo que al parecer incluyó la falsificación de documentos de la estatal petrolera.

En esta oportunidad, la sanción contra Oceanografía fue mucho más drástica e implicó la designación del Sistema de Administración y Enajenación de Bienes como nuevo administrador temporal de la compañía, y la toma de control sobre activos de los directivos, como por ejemplo el equipo de fútbol de primera división “Los Gallos Blancos” de Querétaro.

Estos escándalos golpean directamente al Partido Acción Nacional (PAN) pues sucede que los funcionarios involucrados en las contrataciones a Oceanografía han sido altos dirigentes del PAN cercanos primero al Presidente Fox y después al Presidente Calderón. Incluso se menciona alguna participación de la familia de la esposa del Presidente Fox en la gestión de algunos de estos contratos.

Pasadena, sinónimo de un mal negocio

Al igual que con Pemex, el caso que remece a Petrobras tiene impactos directos en el PT, partido en el gobierno cuando ocurrieron los hechos materia de debate, y hasta la fecha.

Los hechos datan del 2006, con la adquisición de una refinería en el condado de Pasadena, en el estado de Texas, Estados Unidos. Los detalles de esta compra se mantuvieron en secreto hasta marzo de este año, cuando accionistas minoritarios de la estatal petrolera denunciaron que Petrobras había pagado por la refinería un precio 8 veces mayor al que la vendedora, la Belga Astra Oil, había pagado tan solo meses antes. Más aun, los accionistas minoritarios denunciaron que los contratos de compra de la refinería en cuestión estaban en poder del despacho de la Presidencia de Brasil y la Junta Directiva de Petrobras, quienes no habrían hecho nada para corregir este hecho y sancionar a los culpables.

El involucramiento de la Presidenta Rousseff como parte conocedora de esta operación ha remecido el escenario político brasileño, trayendo a la memoria anteriores escándalos a los que el PT se ha visto expuesto en el último año. Hay que recordar, además, que la ahora Presidenta se desempeñaba como Ministra de Minas y Energía al momento de la polémica compra, por lo que su silencio actual se vuelve aun más preocupante pues podría ser visto como un intento de protegerse a sí misma por decisiones tomadas en esos años.

La presión del gobierno y la oposición hoy recae sobre la presidenta de la estatal Graca Foster, quien además de liderar un proceso interno de investigación (con fecha de entrega de resultados este 6 de junio) debe someterse a una Comisión de Investigación Parlamentaria. Se espera con especial expectativa la entrada en escena de dicha comisión. No es la primera que Petrobras tendría que responder frente al congreso, sin embargo, es la primera vez que el caso involucra directamente a la más alta autoridad política del país, en este caso la Presidenta Rousseff.